La Comisión Europea ha establecido el año 2012 como fecha límite para el apagón analógico (switch-off). En ese momento desaparecerán en los países de la Unión Europea (UE) las emisiones de la televisión analógica convencional para apostar, exclusivamente, por las emisiones en tecnología digital.
Sin embargo, algunos países europeos han apostado por adelantar el switch-off. Así, Italia afronta el reto en el presente año 2006 (aunque parece difícil que lo vaya a conseguir); Finlandia, en 2007; Suecia, en 2008 y España, Francia, Portugal, Bélgica, Irlanda y Grecia prevén afrontarlo en 2010. Reino Unido ha marcado 2012, si bien hay que decir que se trata, posiblemente, del mercado de televisión digital más avanzado de Europa, pues las emisiones digitales ya han alcanzado una cuota de mercado del 57 por ciento; aproximadamente el 16 por ciento de los hogares británicos disfruta ya de Televisión Digital Terrestre (TDT) y el 74 por ciento se encuentra en zonas de cobertura, por lo que podría acceder si quisiera.
Hasta entonces, se ha abierto una etapa de transición en la que la digitalización se está introduciendo progresivamente en nuestros hogares y debe coexistir con la tecnología analógica. La migración a la tecnología digital no es una opción, es un imperativo, es inevitable. En Europa se ha optado por el estándar desarrollado en el seno del foro Digital Video Broadcasting (DVB), que representa a las principales empresas europeas del sector. Sin embargo, en el contexto mundial, este estándar no es el único que se ha desarrollado.
El caso de España
En estos momentos, en España -al igual que en el resto de miembros de la UE- ha comenzado la cuenta atrás para generalizar el switch-off.
Una vez consolidada la televisión digital a través del satélite y del cable en la década de los noventa, y la progresiva expansión, desde 2002, de la televisión digital a través de la línea telefónica ADSL (Asimetric Digital Suscriber Line) con el proyecto Imagenio, ahora lo inmediato es implantar y generalizar la Televisión Digital Terrestre (TDT), cuya difusión se realiza a través de ondas terrestres o hertzianas, de ahí su denominación.
Esto repercutirá de una manera sustancial, especialmente, en aquellos países en que la difusión de la televisión a través de ondas hertzianas haya sido a lo largo de su historia su principal forma de captación de la televisión. Este es el caso de España, donde afecta al 96 por ciento de la población y de los países del Sur de Europa. En estos países, la TDT permitirá el acceso universal a la televisión y a las ventajas propias de esta tecnología. Por el contrario, en Alemania, en los Países Escandinavos o en los Países Bajos, la mayor parte de la población sintoniza la televisión a través de cable o satélite.
En España, la TDT ha sido declarada servicio público esencial, al igual que su predecesora la televisión analógica, de ahí que este sistema esté sometido al régimen de concesión.
El 29 de julio de 2005, el Consejo de Ministros, presidido por el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, dio el visto bueno el último Plan Nacional de TDT. El 25 de noviembre de ese mismo año se aprobó el reparto de canales (programas) de cobertura estatal y de acceso gratuito: cinco para la cadena pública estatal Radiotelevisión Española, tres para Antena 3 Televisión (Grupo Planeta, José Manuel de Lara), tres para Telecinco (Mediaset, Silvio Berlusconi), otros tres programas para Sogecable (Prisa, Jesús de Polanco), dos para Veo TV (Recoletos, Unedisa-Diario El Mundo) y otros dos para Net TV (Vocento).
El 30 de noviembre comienzan las emisiones en TDT de estos 18 canales. Esta oferta se verá incrementada en dos más -La Sexta (Globomedia-Emilio Aragón)- en la primavera de 2006.
A nivel autonómico y local existen más canales en TDT y en los próximos meses se completará la oferta, pero corresponde a los gobiernos autonómicos su adjudicación. Recordemos que son 17 las comunidades autónomas que constituyen el Estado español.
Los Estados Unidos apuestan por la tecnología digital
En 1996, la FCC (Federal Communications Comision) adoptó el estándar de televisión digital ATSC (Advanced Televisión Systems Committee) y estableció plazos de implantación para esta tecnología. Las emisiones en TDT se iniciaron en 1999.
En los Estados Unidos el apagón analógico está previsto para diciembre de 2006, o cuando el 85 por ciento de su población esté en condiciones de recibir la señal de TDT.
Por el momento, su implantación es escasa debido a la peculiar configuración del mercado estadounidense; debemos mencionar la gran penetración del cable o a la escasa disponibilidad de equipos de recepción en el mercado y los elevados costes de los equipos de producción y transmisión.
Los Estados Unidos pretende liderar la revolución digital con el apoyo de la Administración y la industria audiovisual y electrónica. Por el momento, la tecnología estrella es la Alta Definición (HDTV o SDTV). Se prioriza, por tanto, la mayor calidad de imagen y sonido antes que la posibilidad de multiplicar la oferta de canales.
Proyectos de digitalización en América Latina
En el conjunto de América Latina, la TDT es -por el momento- un proyecto más que una realidad, ya que aún no se han establecido plazos de migración a la tecnología digital. Debemos mencionar la situación singular de los países más ricos del subcontinente americano, como Brasil, Argentina o México, donde se han iniciado emisiones experimentales. Estos países parecen inclinados por la opción del estándar ATSC estadounidense. Si bien, solo las cadenas mexicanas Televisa y TV UNAM y la argentina Artear, del Grupo Clarín, son miembros activos del ATSC.
Se hace preciso estar atentos al perfeccionamiento de los estándares existentes, especialmente del estadounidense y del DVB europeo.
Los demás países latinoamericanos aún no han decidido nada respecto a la TDT.
Se espera que América Latina sea importadora de esta tecnología, de ahí que la evolución de precios de los equipos de producción, emisión y recepción constituya un condicionante importante en la implantación de la TDT.
Fundamentos de la tecnología digital
La tecnología digital es un moderno sistema tecnológico que se utiliza para transmitir imagen, sonido, servicios interactivos o servicios de acceso a la Sociedad de la Información.
La digitalización permite que todo tipo de datos (textos alfanuméricos, gráficos, fotos, sonidos o imágenes en movimiento) necesarios para la prestación de distintos servicios, tales como televisión, radio, teléfono, transmisión de datos o servicios on-line, se transformen en bits, unidades básicas de información.
De este modo, cualquier tipo de información se cuantifica y se codifica. Y esta señal codificada es la que se transmite.
Esta homogeneidad técnica es el fundamento del multimedia, que posibilita la utilización de una misma unidad básica de información, lo que hace posible su almacenamiento en soportes comunes. Asimismo, se facilita el tratamiento de la información, su compresión y su rápida transmisión a través de distintos tipos de redes (ondas terrestres, satélite, cable de televisión, cable telefónico).
Todo ello permite hacer realidad las distintas modalidades de convergencia: la convergencia de contenidos (sonido, imagen y datos), la convergencia de plataformas (ordenador, televisor, equipo de Internet y videojuegos) o bien, la convergencia de canales de distribución.
Hoy por hoy, la introducción de la tecnología digital ha supuesto una revolución en diversas áreas. Es el caso de la informática, Internet, la telefonía digital, el GPS que se está generalizando en nuestros coches, el vídeo y el audio digital o la fotografía digital. Todo ello ya forma parte de nuestro entorno inmediato.
En lo que se refiere a la televisión, es preciso mencionar que la digitalización de la señal televisiva afectó en primer lugar a las retransmisiones por satélite, posteriormente a las retransmisiones a través de cable y, actualmente, a las retransmisiones a través de ondas terrestres.
La televisión digital solo necesita un tercio o la mitad del espectro radioeléctrico que utiliza la televisión analógica, de ahí que su implantación suponga una motivación añadida para los gobiernos, ya que permitirá liberar recursos del espectro para apostar simultáneamente por otras aplicaciones.
Hacia la consolidación de la TDT
Para disfrutar plenamente de la TDT es preciso disponer de un Televisor Digital Integrado (TVDI). El parque de receptores de televisión deberá ir modernizándose progresivamente. La tendencia es generalizar en nuestros hogares el uso del Televisor Digital Integrado, especialmente cuando culmine el apagón analógico. El TVDI incorpora en su interior el receptor digital. Por el momento aún son caros y escasos. Su generalización requiere precios asequibles y competitivos. Se abren, por tanto, nuevas oportunidades de negocio a la industria tecnológica.
Sin embargo, no es imprescindible disponer de un TVDI para recibir las emisiones en TDT. Si bien estos receptores nos permiten disponer de todas las potencialidades de esta nueva tecnología.
En esta etapa de transición anterior al apagón analógico, se está optando por una solución intermedia que posibilita seguir utilizando nuestros televisores analógicos: la conexión de un decodificador digital.
El decodificador digital es un receptor externo o Set Top Box (STB), del tamaño de un vídeo que se conecta al receptor analógico convencional (entre la toma de antena y el televisor). El decodificador recoge la señal digital y la convierte en analógica. Su precio de venta España se sitúa entre 50 y 250 euros, aunque existen otros receptores más sofisticados que cuentan con disco duro y permiten grabar programas sin utilizar cintas ni discos. Se encuentra en el mercado a partir de 400 euros. En España ya se han vendido alrededor de medio millón de decodificadores.
Además, para recibir las emisiones de la TDT es preciso adaptar la antena de la que disponemos en nuestros hogares (ya sea individual o comunitaria). En España requiere una inversión de unos 1.000 euros.
Ventajas que ofrece la TDT
Mayor calidad de imagen y sonido Estamos ante el cine en casa, pero a través de la antena. Se trata de una televisión sin ruidos ni interferencias. Ofrecerá más contenidos en formato panorámico (16/9). Su sonido es semejante al de un compact disc. Se apuesta por el sonido envolvente y por la posibilidad de ofrecer subtítulos en diversos idiomas. Además, el telespectador potencial puede elegir en qué idioma desea sintonizar el audio de los contenidos televisivos.
Servicios de valor añadido Se incorporan: el teletexto digital, los servicios interactivos, el pago por visión (pay per view), las guías de programación electrónica (EPG, Electronic Program Guide), posibilidad de información adicional sobre los contenidos televisivos, acceso a Internet a través del televisor, chats… Estamos ante la televisión mejorada (Enhanced TV). El televisor pasa a convertirse en un terminal multimedia.
Interactividad Se rompe con la unidireccionalidad tradicional de la comunicación a través del medio televisivo. La TDT requiere establecer un canal de retorno, que puede ser el teléfono o una conexión ADSL (Asimetric Digital Suscriber Line o Línea de abonado Digital Asimétrica). Es una modalidad de la familia xDSL). Si bien, las máximas potencialidades de interactividad parecen reservadas al cable. Se abre un nuevo panorama para la participación ciudadana, las votaciones o las consultas públicas, el comercio electrónico, etc.
Optimización del ancho de banda Mayor número de canales de televisión disponibles, tanto en abierto como de pago. En el mismo espacio que ocupa el canal analógico se pueden ver, al menos, cuatro canales (programas, en terminología digital) digitales. Estamos ante la multiplicación y especialización creciente de la oferta, la segmentación paralela de los consumidores. En este periodo de transición hacia el apagón analógico, se ha abierto una etapa de coexistencia de modelos de gestión de contenidos para televisión. La televisión digital por satélite, por cable y la TDT han contribuido a ello. En la actualidad, el modelo generalista (Broadcasting), con una oferta de contenidos dirigidos a la inmensa mayoría, convive con el temático (Narrowcasting) que incluye contenidos especializados en función de targets (público objetivo), formatos o temáticas concretas. Del mismo modo que el entorno televisivo monocanal coexiste con el multicanal.
PVR (Personal Video Recorder)Permite la grabación de programas en el disco duro del receptor de televisión. Asimismo, existen aparatos externos que posibilitan realizar esta función en su disco duro. La implantación de los nuevos terminales irá abriendo paso a un nuevo modelo de gestión de contenidos que, desde el punto de vista del telespectador, permitirá la autoprogramación. Estamos ante el telespectador activo, el telespectador selectivo, capaz de seleccionar los contenidos que desea y de adecuarlos a sus dinámicas de vida, a través de un uso más racional. De este modo, se consolidará el concepto de canal virtual ya que cada usuario podrá ensamblar su oferta personalizada. Ello nos lleva a pensar en la necesidad de redefinir las funciones del profesional dedicado a diseñar estratégicamente las parrillas de programación de las cadenas de televisión tradicionales.
Contenidos: sector estratégico En este contexto de incremento progresivo de la oferta se vislumbra un florecimiento de los modelos de negocio vinculados a la producción de contenidos para televisión, al diseño de aplicaciones interactivas o a los servicios de valor añadido. Es preciso detectar cuáles son los contenidos estratégicos por los que los usuarios estarían dispuestos a pagar.
Recepción portátil y móvil La TDT nos permite sintonizar sus emisiones, por ejemplo, mientras realizamos viajes, o nos encontramos en cualquier lugar del exterior (playa, campo,…) con solo disponer de una pequeña antena. El condicionante es encontrarse en zona de cobertura.
Video Bajo Demanda (Video On Demand- VOD)El emisor ofrece a los usuarios potenciales un listado de contenidos, de libre acceso o de pago, de modo que cada usuario puede seleccionar lo que le interesa y configurar su propia parrilla de programación. El Video Bajo Demanda ofrece grandes oportunidades, no solo en el ámbito televisivo sino también en el de la teleformación.
A modo de conclusión
La televisión digital no es simplemente un novedoso sistema tecnológico que se generalizará progresivamente con sus múltiples potencialidades. Estamos ante un nuevo paradigma de comunicación, que apuesta por el consumo individualizado y selectivo, semejante al que realizamos cuando navegamos a través de Internet. En este contexto, la audiencia deja de ser masa y el emisor pasa a comunicarse unitariamente con sus públicos.
En el escenario digital, los contenidos constituyen un sector estratégico. Es preciso reflexionar y abrir nuevas líneas de investigación que ofrezcan las claves por las que deberá apostar el sector en los próximos años.
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